El precio de la carne vacuna no se tomó descanso en mayo y tuvo un incremento promedio del 5,9 por ciento, tres veces y media más que el aumento del 1,7 por ciento que se registró en el pollo, lo que determinó que la brecha entre los dos productos alcanzara el máximo valor en lo que va de la presidencia de Alberto Fernández.
El mes pasado se necesitaron 3,79 kilos de pollo para comprar uno de asado, la mayor brecha desde enero de 2020, de acuerdo con el relevamiento del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), en base a precios de mercado y al Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA).
Incomprable: la carne vacuna aumentó el triple que el pollo y en mayo alcanzó la mayor brecha de precioshttps://t.co/Mh7Wg4Y4kW pic.twitter.com/rWf61yjtWQ
— InfoWebNoticias (@infowebnoti) June 24, 2021
Los precios relevados por este organismo mostraron que los cortes económicos fueron los que lideraron los aumentos, con un 7,8 por ciento, contra un alza del 5,7 por ciento en los cortes caros y el 5,3 por ciento en los intermedios.
En términos interanuales, CEPA resaltó que “la variación de precios nominales de la carne (+76,6 por ciento) se movió muy por encima de la variación de precios del período”, del 48,8 por ciento según el INDEC. A la cabeza de los aumentos sobresalen cortes de alto consumo popular como el asado (92,6 por ciento), matambre (80,2 por ciento) y vacío (84,6 por ciento).
El 5,9 por ciento de aumento de mayo fue superior al 3,5 por ciento registrado en abril, aunque se inscribe en las oscilaciones de los últimos meses, con extremos del 20,2 por ciento en diciembre de 2020 y 0,5 por ciento en febrero de este año, aunque siempre dentro de la tendencia alcista ininterrumpida desde junio del año pasado.
La comparación entre los precios de la carne vacuna y la de pollo obedece a que esta última es un sustituto habitual entre los argentinos, que recurren a ella ante aumentos en los cortes vacunos.
Con las excepciones de marzo y abril de 2020, la brecha entre el precio del kilo de asado (utilizado como referencia por CEPA) y el de pollo siempre fue superior a 3, pero desde febrero de este año la diferencia no hizo más que incrementarse, al compás de subas mayores por parte de los cortes vacunos. De una brecha de 3,44 kilos de pollo por cada kilo de asado que hubo en febrero, se pasó a 3,54 en marzo, 3,66 en abril y 3,79 en mayo, el mayor nivel desde que Alberto Fernández asumió la presidencia.
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