Una familia tipo necesitó 64.445 pesos en mayo último para no caer en la pobreza y la canasta básica subió casi 50 por ciento en el último año, informó el INDEC. La Canasta Básica Total (CBT) aumentó 2,4 por ciento en mayo respecto de abril mientras que la alimentaria, que define el nivel de indigencia, subió 2,8 por ciento, a 27.423,41 pesos.
En los últimos doce meses, la canasta total aumentó 49,6 por ciento, mientras que la alimentaria se incrementó 53,4 por ciento. El aumento de mayo en ambas canastas se ubica por debajo de la inflación, que fue del 3,3 por ciento.
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— INDEC Argentina (@INDECArgentina) June 17, 2021
Una familia de cuatro integrantes necesitó $64.445,01 para superar el umbral de pobreza en mayo de 2021: 49,6% más interanual https://t.co/1xXQY7Z83n pic.twitter.com/vHWyHLwOxy
Desde diciembre último, el costo de la canasta básica creció 18,9 por ciento y la alimentaria 20,9 por ciento, y también se ubican por debajo del costo de vida, que acumuló 21,5 por ciento en los primeros cinco meses del año.
El INDEC informó que para una familia de tres miembros, propietarios de la vivienda que ocupan, el costo de la Canasta Básica Total llegó en mayo a 51.305 pesos y para un grupo familiar de cinco integrantes ese valor se eleva a 67.781 pesos.
En el caso de la canasta básica alimentaria, un grupo familiar de tres miembros, para no caer en la indigencia necesitó ingresos mensuales por 21.832 pesos, mientras que para una de cinco integrantes el costo subió a 28.843 pesos.
Para una persona adulta, en abril último el costo de la Canasta Básica Total se ubicó en 20.855 pesos y el de la alimentaria en 8.874 pesos. En los primeros cinco meses del año, el costo nominal de la CBT aumentó en 21.365 pesos, mientras que el alza de la CBA fue de 9.548 pesos.
Para no caer en situación de pobreza, una familia formada por dos adultos y dos menores, que no paga alquiler, debió tener ingresos diarios por alrededor de 2.148 pesos y para evitar la indigencia de 914 pesos.
Según el INDEC, la canasta básica alimentaria tiene en cuenta los requerimientos calóricos y proteicos imprescindibles para que una persona adulta cubra durante un mes sus necesidades, mientras que la básica total incluye otros artículos y el gasto en servicios públicos.