La Selección Argentina Sub 23 igualó 3-3 ante Paraguay por la segunda fecha del cuadrangular final del Preolímpico Sudamericano y sigue con chances de clasificarse a París. Pablo Solari, Thiago Almada y Federico Redondo convirtieron los tantos en el empate en el Estadio Nacional Brígido Iriarte de Venezuela para los de Javier Mascherano, que necesitan un milagro ante Brasil.
Arranque furioso de la Albiceleste, que a los 15 segundos de juego ya gozó de su primera oportunidad para abrir el marcador en los pies de Santiago Castro. Si bien Ángel González se impuso en aquel mano a mano, el cero en su arco no duraría más de tres minutos.
En una gran combinación entre Cristian Medina, de Boca, y Solari, de River, cayó el 1-0. Inspirada, se sintió cómoda con la posesión de la pelota y las triangulaciones por el sector derecho fluyeron con velocidad. Juan Nardoni, en su atípica posición de lateral derecho, fue importante hasta su lesión con sus proyecciones para ofrecerse como opción de pase.
Con un poco más de precisión en el último tercio de la cancha, Argentina podría haber aumentado la ventaja rápidamente ante una desconcertada defensa rival. Thiago Almada, endiablado, dejaba en el camino a sus oponentes como si fueran conos.
La Albirroja nunca encontró los caminos para lastimar a Leandro Brey, pero inquietaba a la defensa con aislados contragolpes solamente por el hecho de que lo separaba un gol de diferencia.
Como no podía ser de otra manera, encontró el empate con una pelota parada con algo de fortuna. El remate de Gómez, que carecía de peligro, se desvió en Castro y complicó al arquero argentino.
Los de Mascherano salieron al complemento un tanto más nerviosos e impacientes. Ya el capitán no podía desequilibrar con facilidad, mientras que la zaga paraguaya se transformó en un muro rocoso, que parecía impenetrable.
Sin embargo, las oportunidades de riesgo más claras seguían siendo del combinado albiceleste y González crecía como figura con buenas respuestas. Increíblemente, el Jefecito reemplazó a Solari, el más picante de los de arriba, para que ingrese Claudio Echeverri.
Como en el primer tiempo, la Albirroja se encontró con el gol en una jugada aislada proveniente de un lateral. Núñez se proyectó como Nardoni lo hacía en el inicio del duelo y dejó sin posibilidades a Brey.
Aún con el golpazo de agua fría que recibió, Argentina insistió, pero el arquero paraguayo emergió como un actor indispensable del trámite. Intervino de manera excelente cada vez que lo llamaron y volvió a frustrar a Castro en un mano a mano clave.
Tanto lo buscó que llegó. Tras una criminal patada de Gilberto Flores sobre Luciano Gondou que derivó en penal, el capitán lo cambió por gol y le dio vida a su equipo para los minutos finales.
En un final de película, Paraguay volvió a adelantarse en el marcador gracias a una excelsa definición de Caballero y las chances argentinas se desvanecían.
Sin embargo, un nuevo capítulo le tenía guardado el destino a la Albiceleste. Redondo llegó a posición de gol, falló en primera instancia, pero redituó el rebote.