El caso Susana Cáceres llegó a todos los medios de comunicación, quien había sido asesinada a puñaladas, golpes y asfixia. El único sospechoso y detenido, Ramón Rosa Lezacano, había salido a decir que "estuve frenado ahí ese tiempo, porque había pinchado una rueda. No tengo nada que ver con ese crimen".
El sujeto, que permaneció casi un mes detenido acusado de abuso sexual agravado seguido de femicidio de la mujer que fue buscada durante diez días en Moreno tras haber salido de su casa y jamás regresar, cuyo cadáver fue hallado a la vera del Río Reconquista, había aceptado declarar ante la fiscal Luisa Pontecorvo, que investiga el caso, y rechazó siempre cualquier vinculación con el hecho.
Femicidio de Susana Cáceres: el detenido negó su vinculación en el caso | News Digitales
— News Digitales (@news_digitales) November 23, 2022
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La misma funcionaria judicial desistió de solicitar su prisión preventiva a la jueza de Garantías número 1, Adriana Julián y, en consecuencia, Rosa Lezcano recuperó su libertad. Es decir, la investigación vuelve a fojas cero.
Lamentablemente, esa es la justicia que tenemos. Recordemos que declaró ante la fiscal a cargo del caso, Luisa Pontecorvo, titular de la UFI número 3 de Moreno. Pontecorvo lo imputó por el delito de homicidio agravado —criminis causae—, por haber sido ejecutado por un hombre contra una mujer mediando violencia de género y por su comisión con ensañamiento, abuso sexual con acceso carnal agravado por ser cometido por dos o más personas y por el uso de arma y resultar la muerte de la persona y robo agravado por el uso de arma.