En medio del operativo montado por el arco kirchnerista de despegarse del escándalo que rodea al ex presidente Alberto Fernández, la agrupación La Cámpora sacó a relucir el protocolo con el que cuenta para sancionar abusos contra mujeres a través de un artículo publicado por Perfil el pasado lunes.
Según el artículo, desde su aplicación, allá por el 2019, fueron iniciadas decenas de investigaciones internas, llegando a separar de la agrupación al menos a 30 militantes. Uno de los casos más resonantes fue el de Jorge "El Loco" Romero, quién fue denunciado por su compañera de militancia Stephanie Calo por abuso sexual.
Abuso sexual: Axel Kicillof le dio un contrato a "El Loco" Romero https://t.co/ppJDTJ3Uzj pic.twitter.com/k9y5B2YkSd
— REALPOLITIK (@RealpolitikOK) August 13, 2024
De acuerdo a Calo, afirmó Realpolitik, el dirigente cercano a Máximo Kirchner la "empujó hasta el baño, cerró con llave la puerta y me quiso obligar a practicarle sexo oral". En respuesta, Romero publicó una confesión en sus redes sociales, en la que admitió el abuso. Sin embargo, años después, la Justicia terminaría negando a la víctima y declarando inocente al dirigente camporista.
"Soy un varón criado en una sociedad patriarcal, tuve prácticas machistas que en ese momento parecían naturales. Por todo esto, he decidido dar un paso al costado en mis responsabilidades políticas para someterme a los procesos que determine la aplicación del protocolo de mi organización", aseguró Romero oportunamente, quien omitió hablar del proceso judicial y pidió licencia de su cargo como legislador. Informó Realpolitik.
Pero, no todo es como parece. Al menos, no lo es en el riñón de La Cámpora. A pesar del sentido mensaje y de su supuesta desvinculación de la agrupación kirchnerista, Romero tenía un plan de salvataje creado por sus propios compañeros.
Su aberrante actitud, según Realpolitik, sólo supuso una temporada de silencio para regresar poco después al ruedo político de la mano del secretario General de la Federación Argentina de Trabajadores de la Industria del Cuero y Afines, Walter Correa.
En efecto, el dirigente gremial, quien tiene fuertes vinculaciones con La Cámpora, lo contuvo con un contrato dentro de su sindicato entre diciembre del 2020 y julio del 2023. En ese marco, a Correa le devolvieron el favor convirtiéndolo en el ministro de Trabajo de la provincia de Buenos Aires.
Pero el colmo ocurrió en el mes de mayo de este año, según expresó Realpolitik, cuando Romero recibió también el abrazo de dos viejos amigos, Axel Kicillof y Andrés "Cuervo" Larroque, al ser incorporado al plantel del ministerio de Desarrollo de la Comunidad de la provincia de Buenos Aires con un sueldo superior al millón de pesos.
En ese marco, lejos de una actitud sorora, los amigos que Romero tiene en La Cámpora también le abrieron la puerta a "La 13 de Abril", la organización política que Correa tiene desde hace años. Meses después, regresó a las pistas organizando el acto de Cristina Fernández de Kirchner en el Estadio Único de La Plata.
Todo pareciera apuntar a que el protocolo que sacó a relucir La Cámpora en las últimas horas, en una extraña publicación de Perfil, no tiene otra función que la decorativa. En efecto, las apariciones públicas de un abusador confeso como Jorge Romero (que llamativamente fue declarado inocente) fueron acompañadas de sendos silencios, tanto de la ministra de Mujeres bonaerense, Estela Díaz, como de los propios dirigentes ultra K.