Luego de un tira y afloje generado por los brutales aumentos de las cuotas del impuesto inmobiliario en la Provincia de Buenos Aires, el gobernador Axel Kicillof decidió aflojar y darle un poco de respiro al campo, definiendo que la segunda cuota del arancel mantenga los mismos valores que la primera.

Además, Kicillof intentó consagrarse con los ruralistas y anunció un paquete de medidas para el sector, que incluyen créditos y líneas de financiamiento.

Los funcionarios bonaerenses maquillaron la claudicación asegurando que “no se aplica en esta segunda cuota la actualización que habilita la ley impositiva, con el objetivo de acompañar el esfuerzo de las y los productores, en particular, de los medianos y pequeños”.

Vale recordar que la norma que hizo poner el grito en el cielo al campo había sido sancionada a fines del año pasado por la Legislatura provincial y establecía que el arancel se actualizara de acuerdo con la inflación.