El intendente de Avellaneda, Jorge Ferraresi, viene trabajando desde hace tiempo en la construcción de una alternativa peronista para la Provincia de Buenos Aires por fuera del armado del kirchnerismo, distanciado en particular con Máximo Kirchner y su agrupación, La Cámpora.

De buena relación con el gobernador Axel Kicillof -otro que tiene problemas con Máximo-, a quien aspira a suceder en el 2027, Ferraresi dio este jueves un nuevo paso hacia la separación entre su camino y el de los dirigentes camporistas. El intendente de Avellaneda sorprendió a propios y ajenos al desvincularse del Instituto Patria, del cual era vicepresidente, y que representa a los sectores más ligados a la ex mandataria Cristina Fernández de Kirchner.  

La disputa entre ambos sectores comenzó a raíz de la la intromisión del jefe de La Cámpora en el armado del gabinete provincial de Kicillof. Ferraresi fue uno de los desplazados por las maniobras del hijo de Cristina, y la relación quedó resentida desde entonces.

Con el nuevo panorama, Ferraresi queda en una mejor posición para mejorar su posición junto al gobernador bonaerense, a quien tampoco le han gustado los tejes y manejes de Máximo dentro de la provincia que dirige. Sin ir más lejos, la inclusión de Martín Insaurralde en su gabinete fue forzada por Máximo, por lo que el escándalo que éste protagonizo no hizo más que aumentar las tensiones entre ambos bandos.

De este modo, Ferraresi juega como soldado del gobernador, luego de lanzar la corriente “La Patria No se Vende”, que tiene a Kicillof como líder territorial, y por medio de la que busca encolumnar al peronismo bonaerense bajo su estandarte y así ganar terreno para las futuras elecciones con un frente consolidado.