Tomás Martín Etcheverry fue el actor secundario de un insólito episodio en la disputa de su partido contra el francés Arthur Rinderknech en Roland Garros, y se ganó la clasificación a la siguiente fase del torneo luego de que su rival terminará perdiendo los estribos y pateara una pared para descargar la rabia, tras lo que se lesionó y tuvo que abandonar.

El argentino comenzó perdiendo los dos primeros sets, pero luego se recompuso y empezó a apabullar al francés, igualando la serie en dos parciales. Con el tanteador 3-6, 6-7 (8), 6-1, 5-0, el jugador local, que ya venía dando muestras de frustración, perdió un punto por un error no forzado que lo hizo estallar, y en el medio de la bronca, le pegó un patadón a una pared del costado de la cancha.

El francés terminó pagando caro su enojo. Al instante, se agachó agarrándose el pie  con el que había propinado el golpe al muro, dando muestras de que le había afectado. Mientras Etcheverry hacía ejercicios para mantenerse en calor y no desenchufarse del partido, los médicos atendieron al jugador local, pero finalmente el dictamen fue categórico y Rinderknech se vio obligado a abandonar por la lesión.

De este modo, el argentino, número 29 del mundo, que ya había vencido a otro local, Arthur Cazaux (77), en primera ronda, irá por el batacazo ante Casper Ruud, dueño del séptimo lugar del ranking ATP y ex número 2 del mundo. De superar este escollo, se enfrentaría a Taylor Fritz (12) o Thanasi Kokkinakis (100) y, en cuartos de final, podría medirse al número 1, Novak Djokovic, a su compatriota, Francisco Cerúndolo (27), al norteamericano Tommy Paul (14) o al italiano Lorenzo Musetti (30).