Si hay algo que se puede afirmar de la política argentina es que nunca hay que dar por muerto a ningún dirigente, porque con el correr del tiempo, el pueblo olvida, e incluso los mayores fracasados pueden volver a aparecer públicamente sin que se les mueva un pelo.

Ejemplos sobran en la actualidad, y uno de los más sobresalientes es el de la dos veces presidente, y vice del anterior Gobierno nacional, Cristina Fernández de Kirchner. Pese a que quien fuera considerada por muchos como el cuadro político de mayor envergadura de los últimos 20 años ha perdido gran parte de su brillo, CFK todavía cuenta con una importante capacidad de convocatoria.

Si bien desde su paso por el Gobierno de Alberto Fernández -una experiencia de la cual fue creadora pero terminó quedando prácticamente afuera y sin poder- Cristina se ha llamado al silencio, en los últimos tiempos amaga con querer levantar cabeza: se la pudo ver brevemente asomándose al balcón de su residencia durante la marcha universitaria del 23 de abril, y ahora volverá a apareceré en un acto público de la mano de la intendenta de Quilmes, la camporista Mayra Mendoza.

“El lunes temprano, recibí una invitación de la intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza, para la inauguración del microestadio Presidente Néstor Kirchner, que se llevará a cabo este próximo sábado a 21 años de le elección presidencial del 27 de abril del 2003, en la que mi compañero de vida salió segundo con el 22 por ciento de los votos”, expresó la ex presidente en su cuenta de la red social X este miércoles.

“Esa misma noche escuché al presidente Javier Milei por cadena nacional explayarse sobre el resultado de su gobierno al que calificó de ‘milagro económico’ y ‘hazaña de proporciones históricas a nivel mundial'”, recordó.

Y agregó que el Presidente indicó “que el mismo sólo es posible por el esfuerzo de la ‘mayoría de los argentinos que están sufriendo’ pero que esta vez ese esfuerzo ‘va a valer la pena’, para concluir que ‘no hay alternativa más que emprender el largo camino por el desierto hacia la tierra prometida’ del que, sin embargo, anunció que ‘ya hemos recorrido más de la mitad del camino’.”

Por último anunció: “Hoy llamé a Mayra para decirle que este sábado voy a ir al acto, porque creo que es una buena oportunidad para reflexionar sobre este particular momento de la historia argentina, sobre este experimento del anarco-capitalismo y el sufrimiento inútil al que está siendo sometido el pueblo argentino”.