El ministro de Agricultura, Luis Basterra, quedó en situación complicada luego de viralizarse un video en el que reconoce a productores yerbateros de Misiones que los planes sociales fomentan la vagancia e impiden la creación de empleo genuino en las economías regionales. "Hay personas que no tienen ganas de trabajar"-aseguró.

"Pasa lo mismo con las manzanas, con las uvas, con la vid, con los cítricos. Se ve en todo lugar donde se requiere mano de obra intensiva. Coincidimos en el concepto y sepan que tienen un aliado."-ejemplificó Basterra-, respondiendo a los reclamos de los empresarios yerbateros de que no logran conseguir trabajadores para la cosecha.

"Lo que pasa es que esa persona en realidad no tiene ganas de trabajar"-sentenció el ministro, quien además se comprometió hablar sobre el tema con el Ministro de Trabajo, Claudio Moroni.

"Yo me ofrezco a trasladar la preocupación porque no me puedo meter en un tema en el que no tengo el detalle."-continuó.

Las declaraciones de Basterra van a contramano de las políticas del Gobierno Nacional, por lo que inmediatamente generaron un gran revuelo dentro del Frente de Todos.

Las afirmaciones del ministro vinieron a respaldar los dichos del gobernador misionero Oscar Herrera Ahuad, quien ante similar reclamo de los empresarios les había respondido: "Yo he hablado con Moroni planteándole la posibilidad de compatibilizar programas sociales con el empleo. Es un tema que debemos resolver."

Las declaraciones de Basterra y de Herrera Ahuad, y los reclamos de los productores se sostienen sobre el informe de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) del mes de marzo, que concluye asegurando que las economías regionales experimentan una falta de mano de obra porque "el empleo registrado no es compatible con los programas sociales" del Gobierno Nacional.

Las economías regionales emplean de manera directa a más de 625.000 personas, lo que implica un 70 por ciento de la mano de obra rural. La senadora del Frente de Todos, Nora Del Valle Giménez, presentó un proyecto de ley que le permite al trabajador mantener su empleo sin perder el plan social, para el caso de las actividades discontinuas.

El ministro Basterra coincide en que esta sería una “solución rápida” para resolver la coyuntura, pero encuentra muchas resistencias de parte de los empresarios, que aseguran que su mano de obra tiene escasa afección por el trabajo. Un trabajo que, generalmente, es muy mal remunerado y que se realiza en condiciones regularmente infrahumana.

Sin embargo, ante la presión de los yerbateros, tanto Basterra como Herrera Ahuad terminaron dándoles la razón. Ahora el ministro deberá afrontar el tembladeral interno que provocó con sus declaraciones.