Guido Volnovich es un personaje desconocido para gran parte del público, y muchos más lo es para los jubilados, cuya obra social, el PAMI, fue utilizada para fines políticos partidistas. Es decir, lo que se conoce como una de las “cajas” de la política en las últimas elecciones.
Si algo tuvo la administración de su hermana en el PAMI, Luana Volnovich, y la de su cuñado, el conocido dirigente camporista de Hurlingham, Martín Rodríguez, fueron cuantiosos fondos públicos de los jubilados con los que hicieron la típica campaña propia del movimiento La Cámpora.
¿Quién organizaba todo desde su gerencia de relaciones institucionales?: Adivinaron, Guido Volnovich; el mismo que cambió los carteles que promocionaban el hospital “fantasma” de Hurlingham por la cara de Damián Selci, el candidato de La Cámpora y hoy intendente de ese distrito, por cuyos favores recibidos lo puso a cargo de la Secretaría de Comunicación y Prensa de la Municipalidad de Hurlingham.
Y para no perder esa costumbre del "apriete" que La Cámpora siempre utiliza, a cambio de favores o lo que se imaginen, desde su cargo de secretario de Comunicación de Selci, hoy hace llamados telefónicos a periodistas del oeste del conurbano para "apretarlos" cuando informan de los asesinatos, robos y las zonas liberadas en Hurlingham.
La violencia se apoderó de las calles de la ciudad y aunque quieran tapar el sol con las manos, o con el apriete, Volnovich agrava ahora el problema sumando presión y amenazas a los periodistas que solo informan la realidad triste que viven los vecinos de Hurlingham.
Guido Volnovich, el mismo que no se privó de gastos lujosos con el dinero de los jubilados, el mismo que habría desviado fondos para las campañas de los camporistas en varios distritos del conurbano, y que la justicia investiga.
En carteles de propaganda, en publicidad de redes sociales y en “operaciones sucias” contra dirigentes, se fueron de la mano de Volnovich los fondos para los quirófanos, las salas de terapia intensiva, la unidad pediátrica y todo lo que iba a tener el hospital que PAMI prometió hasta por el mismísimo Máximo Kirchner, diputado y líder de La Cámpora, hoy convertido en un enorme edificio abandonado a medio terminar, mientras más de 30.000 jubilados del oeste del conurbano deambulan mendigando atención sanitaria.
La justicia sigue investigando y se esperan novedades.