La ex secretaria de Integración Socio Urbana de la Nación y vecina de La Cava, Fernanda Miño, ha sido blanco de duros cuestionamientos infundados por parte del Gobierno nacional, quien la acusó de gestionar de forma poco transparente el Fondo de Integración Socio Urbana (FISU) que su área utilizaba para realizar obras de urbanización en barrios populares.
Miño respondió con firmeza y acusó al Gobierno de utilizar la supuesta corrupción para aplicar un ajuste de fondos: "Fue una excusa para desfinanciar el área", dijo, en relación a la decisión que la gestión de Javier Milei tomó días después de disminuir del 9 por ciento al 0,3 el porcentaje del Impuesto País que se destinaba para ese fondo.
Mediante el Decreto 193 publicado el día de hoy, Milei bajó el financiamiento al Fondo de Integración Socio Urbana del 9% del impuesto PAIS al 0,3% ¡Es una burla a los barrios populares!
— Fer Miño (@ferminook) February 26, 2024
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Ante la operación mediática que sufrió desde hace una semana, distintos sectores han destacado el trabajo de la secretaría de Integración Socio Urbana,
No obstante, Sebastián Pareja, referente de La Libertad Avanza que actualmente ocupa el cargo en el que se desempeñaba Miño, negó rotundamente las acusaciones y destacó la honestidad de la anterior titular del área, señalando que fue “la única secretaría que funcionó durante el gobierno de Alberto Fernández".
Por su parte, Miño destacó: "Hemos visto desarrollarse a la secretaría de una manera con la que todo militante sueña. Si había un problema de administración, de claridad, de transparencia con el fondo, hubieran puesto más controles. Acá era un tema lisa y llanamente de ir a buscar ese 9 por ciento de financiamiento para utilizarlo en algo que no sea tan monitoreado, tan transparente como nosotros lo supimos utilizar".
"Me reuní con Sebastián Pareja y nos contaba que varios periodistas le pidieron información y él dio todo lo que estaba a mano y todo lo que se venía haciendo, porque asume hace una semana y media, pero venía haciendo hace rato el monitoreo de cómo venían las cosas y se encontraba con lo realizado y lo que se podía seguir trabajando", sostuvo Miño en un programa emitido por FM Fénix.
En este sentido, la vecina de La Cava afirmó que "la familia en los barrios siente que hubo mucho trabajo cooperativo y lo sigue habiendo, por un flujo de recursos que quedó y que permite que obras continúen hasta que se terminen esos recursos".
Además, señaló: "No es como se dijo en muchas notas porque fuera una caja de Grabois o de las cooperativas, sino que eran fondos de una secretaría de Estado, que tiene auditorias de todos los colores, con financiamiento también de organismos internacionales". "Si no fuera a través de las cooperativas, es imposible pensar en hacer esas obras con una empresa. No las toman, no hay posibilidad de hacerlo. Sí cuando se hace un pavimento, un salón de usos múltiples, un salón educativo o mejoras en las escuelas. Esas obras son destinadas a una empresa con una licitación", explicó.
"Iban a venir a buscarnos, porque era un área donde Juan Grabois había impulsado a una mujer de un barrio, como yo. Más cuando Juan se posiciona como referente de la resistencia política en estos tiempos de tanto dolor", definió la ex funcionaria nacional.
Finalmente, no escatimó adjetivos para calificar a la gestión de Milei: "Ni siquiera es una cuestión política, es una cuestión de perversidad y de odio a los pobres y la propia Argentina. Cuando dice 'me junté con Trump a ver la Champions League y acá es cabotaje' estás despreciando tu propio pueblo y desde ahí se entiende el desmanejo que está haciendo. Ya pasamos por un gobierno así, para pocos, con negocios para los amigos”.
“No somos un número, los argentinos no pueden transportarse, no pueden vivir más. ¿Para qué un recorte? ¿Para que cierre un Excel? Está queriendo gobernar un país sin personas, querer que cierren las cuentas sin que esas personas digan nada y se banquen vivir con 300 pesos. El campo nacional y popular está atento, los barrios ya no dan más, no hay plata para hacer una olla y compartir con los vecinos como ocurría en otros momentos como estos en los barrios populares. Esto nos lleva a la decadencia y a la destrucción moral", cerró Miño.
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