Este domingo, Estudiantes recibió a Boca en su cancha para disputar una nueva fecha de la Copa de la Liga Argentina del Fútbol Profesional, pero el partido debió suspenderse debido a que uno de los jugadores el conjunto local se desvaneció y sufrió convulsiones.

El encuentro iba 0 a 0, y se jugaba a buen ritmo, con llegadas de amos equipos, cuando a los 27 minutos, Javier Altamirano se desplomó sobre la cancha y comenzó a convulsionar. Todos los jugadores se dieron cuenta al instante de lo que estaba sucediendo y los médicos de ambos clubes entraron a socorrerlo.

A los dos minutos fue trasladado en ambulancia al sanatorio más cercano, el Instituto Médico Platense. Si bien luego se informó que se encuentra estable, se decidió suspender el partido.

Todos los futbolistas del equipo local se quedaron shockeados. Algunos, como Enzo Pérez y Santiago Ascacibar incluso se quebraron hasta las lágrimas por la situación de su compañero. El encuentro no reanudó más.

Su descompensación no fue producto de un golpe o una acción de juego. De pronto, el chileno cayó al césped y su cuerpo empezó a sufrir temblores fuertes. Ascacibar fue el primero en asistirlo y luego llegó Enzo Pérez, hasta que arribaron los médicos.

Al instante ingresó la ambulancia para trasladarlo. "Se encuentra bien y está consciente", les informaron al plantel de Estudiantes unos minutos después de ocurrido el hecho que dejó a todos sin poder enfocarse en el juego.

El árbitro, Fernando Echenique, no reanudó el partido y llamó a los capitanes y a los entrenadores de ambos equipos. La primera determinación en esa reunión sobre el círculo central fue la de retirarse hacia los vestuarios y esperar unos minutos para recibir un mejor panorama de la salud de Altamirano.

Desde la voz del estadio informaron que el jugador había ingresado a la guardia del hospital en estado consciente y un aplauso cerrado creció desde los cuatro costados. Echenique convocó nuevamente a los protagonistas.

Edinson Cavani habló algo con Eduardo Domínguez. Diego Martínez preguntó cómo estaba Altamirano. José Sosa comunicó que estaba bien aunque el plantel de Estudiantes prefería no seguir jugando. Todos estuvieron de acuerdo y el juez suspendió el partido.

"No teníamos idea de la situación real. Ahora tenemos un pequeño parte y nos van contando. La vida va por delante de un deporte en cualquier situación. Hay muchas cosas más importantes que un partido de fútbol o que el trabajo. Cuando pasa esto hay que dar el ejemplo. Uno entraba al vestuario y los chicos estaban llorando. Su señora está embarazada y estaba preocupada. Ahora ella ya está con él. Se movió rápido la familia de Estudiantes", dijo Eduardo Domínguez.