Una periodista contó a este medio lo que sufrió en carne propia con el precandidato de la UCR. “Pagué la rehabilitación de mi hermana y nunca la atendió. Ella es una persona discapacitada, que tiene ilusión de volver a caminar sola, y a quien este hombre le mintió”.

Eglis Giovanelli, en diálogo con Buenos Aires Ahora, denunció a Facundo Manes por “estafa” y sostuvo que se lo hizo a mucha gente. En medio de una campaña electoral, la mujer decidió reflotar un reclamo hacia el precandidato a diputado nacional por Juntos, pero en la interna dentro del radicalismo.

“Es un trucho, un perverso. Mi experiencia fue nefasta, indigna, lastimosa, propia de una persona que persigue un puesto político, un comercio con la profesión sin importarle sus pacientes. Digo todo esto porque lo sufrimos en carne propia, he guardado todas y cada una de las pruebas para demostrarlo, como e-mails, conversaciones, whatsapp”, expresó.

Hace tres años, en la ciudad de Mar del Plata,  la periodista le realizó una nota al neurólogo: “Conmigo estaba mi hermana que tiene capacidades diferentes. Apenas la vio, me pidió por favor que la lleve a INECO, su instituto. Me hablaba, le hablaba a ella tratando de convencerla que él tenía la solución para que se recupere y vuelva a caminar sola otra vez, que no había que perder tiempo, empezar ya, repetía”, relató.

“Fue tanta la insistencia que esa misma noche me comuniqué con su secretaria, Cecilia Biquard Braun, quien me dio un turno para la primera semana de marzo. Fuimos a INECO en la calle Pacheco de Melo 1854, pagamos la consulta (era un monto interesante, no tenia en efectivo ni siquiera la mitad del dinero de la consulta, pagué con tarjeta, por Claudia todo vale) y pasamos a un consultorio”, continuó Eglis.

“Mi hermana camino un poco. Mis brazos estaban agotados, llevaba todos los estudios realizados desde su accidente, no me pidieron ninguno y no me indicaron hacer ninguno. El doctor Máximo Zimmerman me dijo que la filme en sus clases de gimnasia, en la cinta, en el elíptico, al día siguiente lo hice y se lo envié por whatsapp. Después, un mensaje avisando haber recibido el material y diciéndome que nos llamarían en unos días”.

“Unos días, dijeron, pero pasó marzo, pasó abril, mayo, hasta que recibimos una llamada donde se nos informaba que debíamos empezar a trabajar. A trabajar dije, por fin. Qué error, que crédula. Pero la ilusión era tan gran de que todo estaba bien. Entonces, allá fuimos”, contó la periodista.

Apenas llegaron al lugar, la asistente las llamó, les dijo cuánto costaba la consulta. “Mi reacción fue instantánea, no podía parar de decirles lo que pensaba, cómo se atreven a jugar con la ilusión de una persona, de una persona discapacitada, en este caso. Tres meses y ninguna respuesta, tres meses pensando ya empezamos, ya vamos a ver de qué se trata, ya se ocuparán de Claudia. Fueron tan insistentes en que vayamos, que la decepción era infinita”, expresó indignada.

Y estalló: “Ni siquiera la presencia del kinesiólogo que miraba absorto, atónito paró mi enfado. Ladrones de ilusiones, cómo se puede tener a un ser humano despertándose todas las mañanas creyendo que ya empieza, cómo se puede dejar pasar el tiempo sin saber qué está pasando, porque esto es lo que me dijo la secretaria, ‘que había habido un mal entendido’, ‘un error de comunicación’.”

Cuando salieron de INECO, la periodista contó que su auto “parecía un hormiguero”, y que los familiares de discapacitados “agradeciéndome los insultos, la valentía y el desplante”, y añadió: “Son muchos los que sufren y no pueden dejar de lado la ilusión de las personas discapacitadas a quienes aman, atienden”.

“Y ahora el doctor Facundo Manes quiere ser diputado nacional. Menos mal que no voto en la Provincia de Buenos Aires. Pobres bonaerenses a quienes envolverá con sus máximas, su discurso”, manifestó.

“No quería dejar pasar esto porque no me mintió a mí y a mi hermana, le hace con muchos pacientes que se han comunicado conmigo para contarme casos similares”, sostuvo Eglis.