La posible discontinuidad del programa Pro Huerta, impulsada por el gobierno nacional de Javier Milei, generó preocupación entre los productores de la agricultura familiar en Escobar. Este programa, respaldado por el INTA y presente en el distrito desde 1998, fue un pilar fundamental para el desarrollo agrícola y alimentario en la región.
El programa ProHuerta, existe hace 34 años y fomenta la soberanía alimentaria a través de la entrega de semillas y pollitos a productores de todo el país. Actualmente no cuenta con financiamiento y hasta el momento no se proyectaron acciones para este año.
Bajo las políticas del intendente Ariel Sujarchuk, el Pro Huerta experimentó un notable crecimiento en 2020, destacándose la creación de la primera huerta agroecológica municipal y del programa Escobar Sostenible. Estas iniciativas no solo facilitaron la distribución de kits de semillas, sino que también acercaron alimentos saludables a los vecinos y brindaron capacitaciones clave para el desarrollo sostenible de la comunidad.
El programa está dirigido a familias y organizaciones de productores y productoras en situación de vulnerabilidad social. Durante los últimos 10 años, capacitó a 25.000 personas y asistió a más de 2.000 productores en la zona. Alicia Alegre, colaboradora activa durante 27 años, subrayó la importancia del Pro Huerta al afirmar: "Va más allá de la simple entrega de semillas, promovemos y respaldamos la autonomía alimentaria, lo cual genera un importante ahorro económico para las familias".
Por otro lado, el ingeniero agrónomo Matías Olivieri, otro colaborador del programa, expresó su preocupación y señaló: "Es una de las pocas herramientas disponibles que permite a los vecinos cultivar sus propios alimentos en sus hogares. Su cierre refleja una política clara en contra de la agroecología y la diversidad de alimentos saludables".