Por Eduardo Rivas
Ya hemos hablado de los vacunados VIP en Zárate y de cómo se fraguó la vacunación del intendente Osvaldo Cáffaro adulterando el registro de vacunados.
También hemos enunciado el pésimo registro de vacunación que se hizo en Zárate que declara haber aplicado 6823 dosis a vecinos del municipio de Pellegrini, situado a más de 500 kilómetros de Zárate.
Mencionamos además los índices de quienes completaron el esquema de vacunación, con altos porcentajes entre los mayores de 18 años, pero apenas superior al 70 por ciento entre los menores, pero con un dato adicional, tan solo la mitad de los menores de 18 años han completado su esquema de vacunación, un porcentual muy escaso. ¿Qué es lo que lleva a que este número no sea mayor? ¿Por qué los padres no llevan a vacunar a sus hijos? ¿Desconfianza?
Cierto es que cuando uno ve el accionar local del programa de vacunación, si hay algo que no encuentra es confianza. Porque utilizaron las vacunas en su provecho, porque permitieron que se vencieran vacunas, porque no pueden explicar la utilización de las dosis donde “llamativamente” faltan muchas de ellas, porque mienten descaradamente en cuanta información brindan.
Y como corolario, Zárate vacuna al margen de la ley.
El pasado 17 de noviembre la ministra de Salud, Carla Vizzotti, anunció que “se necesita claramente un refuerzo de la inmunidad con una tercera dosis, lo vimos con las variantes nuevas. Con todas las vacunas, con el tiempo disminuye la inmunidad y es posible que necesiten un refuerzo periódico, pero ya tenemos stock de vacunas para eso” y en consecuencia, anunciaba que “a partir de los 6 meses de la segunda dosis toda la población va a recibir un refuerzo”.
Pues bien, Zárate fue más allá. Hace un mes, antes que la ministra realizara este anuncio, comenzó a aplicar cuartas dosis, una innovación mundial ya que en ningún lado del mundo se ha decidido dar ese paso… pero Zárate lo dio.
Zárate ha aplicado casi 1000 cuartas dosis, 975 hasta el pasado sábado para ser precisos. Quisimos hacer las consultas pertinentes, pero en la Secretaría de Salud local no había nadie. El intendente Ariel Ríos, tampoco da la cara. ¿Cómo se explica esto?
Pero, además de estas 975 cuartas dosis, 213 fueron a residentes en Zárate… y bastante más del doble a residentes en Pellegrini.
Más inútiles no se consiguen, ni en el orden local y ni siquiera mundial. No saben leer y completar un formulario, no se capacita. Y esto, que parece inocuo, atenta contra la estadística de aquel partido, al que le sube el índice de vacunación cuando en realidad su población no es inoculada. Todo, todo oscuro y atado con alambre, como siempre.
Lo peor de todo es que a los responsables de semejante accionar ignorante se los premia y se los posiciona como responsables de programas de vacunación en las escuelas, entonces quizás allí radique el temor de algunos padres, al fin de cuentas es un escándalo todo lo que ocurre con la vacunación contra Covid-19 en Zárate.
MÁS NOTICIAS