Mientras continúa el debate sobre la iniciativa de Javier Milei de cerrar el Conicet, La Libertad Avanza (LLA) volvió a encender la polémica al prometer que la misma suerte correrá el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA), si en diciembre llegan a la Rosada.

Los argumentos de Ramiro Marra, candidato a jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), para cerrar el organismo audiovisual son la cantidad de empleados contratados que le generan un gasto al Estado, sumado al presupuesto que el Gobierno dispone año a año para su funcionamiento.

Uno de los últimos gastos del INCAA generó polémica ya que es una suma en dólares que los argentinos debemos pagar, que podría resultar innecesaria en este contexto de crisis económica.

En la licitación DI-375-2023, el organismo solicitó contratar el servicio de transporte terrestre para cubrir el traslado de mobiliario, piezas gráficas y demás elementos de gran porte y/o peso que se utilizaran en el 38 Festival Internacional de Cine de Mar del Plata 2023, por el que el Ministerio de Cultura gastó un dineral de los impuestos de los contribuyentes.

El proveedor que presentó su presupuesto es la empresa Sideword SRL, la cual ofertó su servicio en 19.895 dólares. Al valor del dólar oficial, la suma asciende a los 14 millones de pesos.

La controversia por los gastos del INCAA comenzó la semana pasada, cuando Marra cuestionó la incorporación de 108 empleados que pasarían a formar parte de la planta permanente del Estado.

A través del Boletín Oficial, el INCAA hizo publico el llamado a concurso "para la cobertura de 108 cargos vacantes y financiados de la planta permanente".

El INCAA, un ente público no estatal que está en la órbita del Ministerio de Cultura que conduce Tristán Bauer, llamó a concurso a través de una convocatoria interna que formalizó el presidente del INCAA, Nicolás Batlle.

Al respecto, el candidato de Milei expresó: "Para eliminar el déficit fiscal, necesitamos eliminar de raíz todos los gastos públicos que no sean realmente vitales. Ahora sí los fondos serán utilizados donde realmente son necesarios, basta de gastar en estupideces".

Con este último gasto, las críticas aumentan y se espera la intervención del Gobierno para controlar el derroche del organismo cultural.