En un contexto de cambio constante y acelerado, el peronismo debe enfocarse en el futuro más que en el pasado. La inclusión, un valor central en las políticas del movimiento, hoy pasa por lo digital. La modernización y capacitación de los trabajadores en las nuevas tecnologías es crucial para no quedar al margen de la revolución digital, una fuerza que está transformando las principales industrias a nivel global.

Ariel Sujarchuk, una de las voces destacadas dentro del espacio, subraya la importancia de esta adaptación. "Somos parte de la revolución digital", afirma, destacando que entender y acoplarse a las nuevas tendencias es esencial para no quedarse afuera del mundo. La revolución digital, según Sujarchuk, tiene un impacto tan profundo como lo tuvo la revolución industrial en su momento, cambiando hábitos culturales, de producción, consumo y laborales.

Un ejemplo concreto de esta visión se observa en el partido de Escobar, donde se está trabajando activamente en brindar a los jóvenes que están en los últimos años del secundario las herramientas necesarias para desarrollar sus habilidades digitales. Esta iniciativa no solo los prepara para el mercado laboral del futuro, sino que también se convierte en un vector de crecimiento inmediato para la comunidad.

Sujarchuk enfatiza la necesidad de reconectar con lo que está sucediendo en el mundo, un mundo que no se divide simplemente entre izquierda y derecha. "La revolución digital no tiene ideologías, es un fenómeno global que debemos entender y abrazar para seguir ampliando derechos y mejorar la calidad de vida de nuestra gente", concluye.

Este enfoque, centrado en la capacitación y adaptación, es una estrategia clave para el peronismo en su objetivo de seguir siendo un movimiento que mira hacia adelante, innovando y garantizando el bienestar de su pueblo en un mundo cada vez más digital.