Muchas veces se hace referencia a cómo los políticos hacen de todo para mantenerse en el poder, y eso es lo que parece estar decidido a hacer el ex intendente de Moreno, Walter Festa, que ahora puso a su familiar a "trabajar" para volver a ser fuerte en su municipio y dentro del kirchnerismo.

El ex intendente es reconocido por sus ambiciones mediáticas, invirtiendo dinero en varias acciones en medios de comunicación y hace un año pergenio quizás la acción más grande de prensa que se verá y solo es posible en un país como Argentina en el cual todo es posible, cuando el dinero de la corrupción es útil.

Festa sorprendió a muchos cuando su nombre apareció en la revista Caras junto a su familia, mostrando su forma de vivir e incluso pagó por gestionar su presencia en la mesa de Mirtha Legrand, contacto por el cual logró hacer este último paso por intentar regresar con fuerza al kirchnerismo, fuerza de la cual está excluido.

Festa logró meter a su "ex" esposa Romina Uhrig, quien dijo en el programa que estaba separada lo cual no es cierto, ya que hasta el último día antes de aislarse compartieron tiempo juntos en un hotel de alojamiento de la localidad de Moreno.

La idea de Festa es demostrar la lealtad al kirchnerismo con su esposa como mensajera dentro de la casa, pero la estrategia es demostrar que su "ex" es capaz de defender el ideal cuando es necesario y tratar de demostrarlo con el apoyo del colectivo LGTBQ+ que su mujer apoya.