Fabián "Conu" Rodríguez, el funcionario de AFIP que hablaba con el ex policía preso acusado de espiar jueces, se presentó minutos antes del mediodía de este viernes en los tribunales para entregar su teléfono celular, horas después de que se rechazara el pedido de detención que había motorizado la fiscalía y se le prohibiera salir del país.
A Rodríguez lo compromete la conversación que tenía su celular con los servicios de inteligencia, el ex policía preso acusado de espiar a jueces. Aunque sus abogados no pudieron ver aún la causa y ni conocen formalmente la prueba, Rodríguez le dijo a los periodistas en un contacto informal: "No tengo nada que ver".
SI PENSABAN QUE LO HABÍAN VISTO TODO✔
— Chiche Avila 8 (@8_chiche) November 10, 2023
ACÁ TENÉS UN ESPIA K CON DOBLE IDENTIDAD, CONU RODRIGUEZ COMO ESTEBAN CARELLA ES DIRECTOR DE CONTRAINTELIGENCIA, Y EX GERENTE DE TELAM MANO DERECHA DE TAILHADE✔ pic.twitter.com/PMqi1xn6Eb
Acompañado por sus abogados Hernán Folgueiro, socio del ex juez Gabriel Cavallo, y Joao Nieto, Rodríguez se acercó a la secretaría del juzgado, en el cuarto piso del edificio de Retiro, para entregar el celular que la justicia ordenó secuestrar el lunes pasado en una serie de allanamientos a la AFIP y a su casa. Entraron al recinto y estuvieron media hora.
Según el acta que se labró a la que accedió Infobae, allí se deja de manifiesto que aportó su Samsung Galaxy S20 Note y aportó el patrón de la clave. Aclaró que estaba a disposición para entregar las claves de acceso a las plataformas o aplicaciones a las que no pudieran acceder. Dio también la pregunta clave para Telegram.
En el mismo momento, también entregó el pasaporte, consecuencia directa del fallo que firmó el juez Marcelo Martínez De Giorgi tras rechazar la detención que había pedido Gerardo Pollicita. Esa decisión, no obstante, sería apelada en estas horas por Pollicita para que la revise la Cámara Federal y evalúe los riesgos procesales que planteó la fiscalía.
En un breve contacto con los periodistas, "Conu" Rodríguez subrayó que nunca estuvo convocado en el juzgado, reveló que el lunes pasado, durante los allanamientos, tenía un turno médico y señaló que se presentó apenas contrató abogados. "No tengo nada que ver", deslizó, mientras sus abogados subrayaron que quieren saber qué hay en el expediente para poder hablar.
El lunes, en los allanamientos realizados en la casa y en la oficina de la AFIP de Rodríguez, se secuestraron: 9 Notebooks, 3 Netbooks, 2 Macbooks, 2 Tablets, 20 pendrives (algunos de ellos con la leyenda Télam), 9 celulares, 2 discos externos y 1 dispositivo GPS. El funcionario dijo que algunos de ellos son de sus hijas así que cuando termine el análisis pidió que se los devuelvan.
El juez Martínez de Giorgi ya ordenó que se avance con el análisis de ese material, pero todavía no están siendo peritados ni parece que ese diligencia comenzará pronto. Es que la Gendarmería dio un turno recién para mitad de diciembre para poder hacer la extracción de información, señalaron a Infobae las fuentes consultadas. Es decir: habrá que esperar para saber qué hay en sus dispositivos.
Mientras tanto, todavía no se terminó de revisar todos los dispositivos de los servicios, eje de esta investigación, ni del hacker misionero Ezequiel Núñez Pinheiro, también detenido por esta causa por llevar adelante maniobras para acceder a los celulares de un grupo de jueces.
La causa por el espionaje a los jueces tiene varios focos. Una es la denuncia que hizo el presidente de la Corte Suprema, Horacio Rosatti, porque le crearon líneas telefónicas a su nombre y ahí se descubrió que eso también había pasado con otros magistrados y funcionarios, entre ellos los ministros del máximo tribunal Carlos Rosenkrantz y Ricardo Lorenzetti.
La otra es el hackeo que sufrieron al mismo tiempo dos jueces de Casación, Mariano Borinsky y Gustavo Hornos; y a dos jueces que llevaban adelante el juicio contra Cristina Fernández de Kirchner, Rodrigo Giménez Uriburu y Andrés Basso.
El responsable de participar en esas maniobras de hackeo también ayudó a interferir en los celulares del diputado Diego Santilli y el ex ministro de Seguridad porteño, Marcelo D’Alessandro, cuyo teléfono hackeado expuso las conversaciones de Lago Escondido y sirvió para impulsar el juicio político a la Corte Suprema.
Fue precisamente del análisis inicial de los dispositivos de los servicios de inteligencia donde aparece ahora la tercera vía de la causa: el fiscal Gerardo Pollicita lo acusó de ser un agente inorgánico de la ex SIDE y de la AFI y que también tuvo como "objetivos" a jueces y dirigentes.
Y que, en su celular, aparecía un diálogo con "Conu" Rodríguez, en el marco de una operación contra la ministra de Desarrollo Social Victoria Tolosa Paz en octubre del 2022.
En ese diálogo, el espía le pregunta si seguía "reportando" a él tras su salida del Gobierno de Axel Kicillof y su llegada a la AFIP. "Conu" le responde que sí. El fiscal sostuvo que esas actividades fueron financiadas con pauta publicitaria. Un informe de la DAJUDECO ordenado por el juez también reflejaba un diálogo con el diputado kirchnerista Rodolfo Tailhade. Todo muy loco.
MÁS NOTICIAS