Un “empresaurio” es un individuo que frente al enorme poder del Estado (sustentado en el monopolio de la fuerza) descubre que resulta más sencillo alcanzar el éxito económico seduciendo a un miembro del Gobierno en lugar de hacerlo satisfaciendo las necesidades de su prójimo. Sin ir más lejos, le encaja al famoso caso Liberman.

En el capítulo anterior, quedó explícita la manera en que opera el Clan Liberman para poder hacer negocios y sus vínculos siniestros. Lo cual lo ubica en el ojo de la tormenta. Más allá de ello, tan solo Buenos Aires Ahora se encuentra mostrando la punta del iceberg.

La mano de China en el negocio Liberman

La firma argentina Athuel Electrónica, propietaria de la tradicional marca de televisores Serie Dorada, incorporó a un polémico socio en su paquete accionario. Se trata del grupo asiático Dalian Internacional, controlado por el Gobierno de la provincia china de Dalian, ubicada al noreste del país.

Según estimaron fuentes oficiales, la empresa china se quedó con el 50 por ciento de las acciones de Athuel, que conservará el management. Lo cual dejó pedaleando a varios empresarios, sobre lo que son negocios con China y aquello que implica controversia.

La relación entre el clan Liberman y los chinos no es nueva. En octubre del año 2000, ambas compañías conformaron un joint venture, por el cual los asiáticos proveían piezas para producir televisores en la Patagonia.

Además, de su ingreso en Athuel, la empresa china también apuntó hacia otros negocios en el país, como la construcción de un hotel cinco estrellas en Cataratas del Iguazú. ¿Qué más hay en ello?

El mundo de las criptomonedas

“¿Querés ser tu propio jefe?”, es la pregunta que realizan en la actualidad las personas que buscan ingresar en las estafas piramidales los estafadores de las monedas virtuales. Negocio en el cual no podía faltar el reconocido empresario Leandro Liberman.

Se trata de la planta de Cryptopatagonia, una de las dos empresas grandes que mutaron parte de su perfil. El mismo galpón que hasta hace 4 años confeccionaba (o ensamblaba, según los críticos de la industria) electrodomésticos para Athuel Electrónica, hoy está ocupado por las máquinas que producen criptomonedas.

Minar criptos, como se dice en la jerga, es poner la capacidad de procesamiento de computadoras a resolver un algoritmo cuya recompensa es una criptomoneda, o una parte de ella. La inversión para montar el negocio fue, de acuerdo con las cifras de Liberman, socio de Cryptopatagonia, de 10 millones de dólares.

Tierra del Fuego, la más inhóspita y aislada de las provincias argentinas (para venir por tierra hay que cruzar a Chile antes de reingresar al territorio argentino), sumó una nueva actividad a su perfil productivo. Junto al turismo de naturaleza y el armado de electrodomésticos y celulares, ahora vive un boom de minado de criptomonedas.

Incluso en momentos como el actual, en que se derrumba el precio de las criptos, la actividad próspera y suma nuevos jugadores. Bitpatagonia, instalada en dos plantas, una en Río Grande y otra en Ushuaia, donde Newsan, la empresa de Rubén Cherñajovsky, armaba celulares, es la segunda de las empresas grandes que se dedican al tema en la provincia.

Ante todo lo referido, es propicio dejar en claro que el Caso Liberman pareciera dar de qué hablar para varios capítulos. Un “empresaurio” que es señalado por diversas irregularidades, que ahora se dedica a la estafa piramidal con amigos y socios, como lo hizo el CEO de Generación Zoe, Leonardo Cositorto, el cual está preso.

Investigación:

Ulises Catriel Cuenca