La principal preocupación del gobierno nacional por estas horas, es la llamada Variante Delta. Surgida en la India, la nueva cepa que está generando un fuerte impacto epidemiológico en Reino Unido, Rusia y Estados Unidos, provocó un cambio en la proyección sanitaria de la Casa Rosada.
La variante Delta es supercontagiosa y podría generar una tercera ola de casos durante el invierno. En el oficialismo hay mucha preocupación por la posibilidad de que la nueva cepa rompa las barreras sanitarias nacionales, genere un salto en la cantidad de contagios y comience a haber una circulación comunitaria del virus en el país.
Solo el 8,7% de la población vacunada, con casi la totalidad de las las personas mayores de 60 años y de riesgo esperando la segunda dosis, el plan de vacunación del gobierno naufraga por su propia incapacidad y debe ser revisado para garantizar el rápido acceso a las vacunas. pic.twitter.com/QW1BhYTM7M
— Luis Petri (@luispetri) June 28, 2021
Con este escenario, en el Ministerio de Salud empezaron a estudiar la posibilidad de darle prioridad al cierre del esquema de vacunación de las personas mayores de 60 años. El objetivo es concreto: aumentar la inmunización en uno de los grupos de riesgo más voluminoso.
A su vez, evalúan acordar el período de tres meses, dispuesto por las autoridades sanitarias entre la primera y la segunda dosis, exclusivamente en esa franja etaria. Se trata de la inoculación de cerca de 4.000.000 de personas a las que se les daría prioridad.
La discusión está abierta dentro de la cartera que conduce la ministra Carla Vizzotti porque la voluntad del Gobierno es continuar privilegiando la mayor cantidad de primeras dosis aplicadas. De esa forma, entienden, achicarían la circulación del virus y en términos cuantitativos tendrían más personas vacunadas. Tal es así que solo se inclinarían por apurar las segundas dosis de los mayores de 60 años, mientras siguen con las primeras dosis en el resto de la población. Los otros grupos de riesgo deberían esperar.
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