La vida de Paul Pogba dio un giro inesperado en los últimos años. El campeón del Mundial de Rusia 2018 con la Selección de Francia como figura, se vio afectado por varias lesiones, se perdió la Copa del Mundo de Qatar 2022, llegó hasta ser acusado de realizar magia negra contra sus compañeros y ahora recibió una durísima noticia: le dieron cuatro años de sanción por un doping positivo.
El talentoso volante, que está próximo a cumplir 31 años, fue sometido a un control tras el primer partido de la presente temporada, cuando estuvo en el banco los noventa minutos en la goleada de Juventus, su equipo, por 3-0 a Udinese en condición de visitante. Los resultados arrojaron positivo en testosterona, que se confirmaron en la contraprueba de octubre, y el Tribunal Nacional Antidopaje lo suspendió de manera provisoria, hasta que este jueves se conoció que deberá cumplir una prohibición de cuatro años sin jugar, lo que podría poner fin a su carrera.
Los medios europeos informaron que la causa del doping de Pogba se debería a la toma de un suplemento dietético adquirido en Estados Unidos por consejo de un "amigo médico". Y que Juventus no estaba al tanto. Rafaela Pimienta, agente del futbolista, afirmó, en declaraciones a RMC, que su representado "nunca quiso infringir ninguna norma".
Nacido en Lagny-sur-Marne, Francia, el 15 de marzo de 1993, Paul Pogba se formó en las divisiones inferiores de varios equipos de su país hasta que recaló en Manchester United, donde llegó a debutar como profesional. Casi sin protagonismo, en 2012 terminó su contrato y se fue libre a Juventus, donde explotó y se transformó en uno de los mejores mediocampistas del mundo. Los Diablos Rojos pusieron 120 millones de euros y lo compraron de nuevo, pero ahora sí tuvo un lugar en el equipo durante seis temporadas, hasta que en 2022 pegó la vuelta a la Vecchia Signora. Entre clubes y Selección logró un total de 14 títulos.