Con un Miguel Borja encendidísimo, River venció a Libertad de Paraguay en el Monumental y festejó por partida doble, ya que logró avanzar a octavos de final de la Copa Libertadores, y a la vez se aseguró una plaza para participar del Mundial de Clubes que se jugará en el 2025.

El equipo de Martín Demichelis borró de un plumazo los silbidos que había recibido en el partido anterior ante Central Córdoba, puso quinta a fondo y pasó por arriba a su rival, con un juego basado en la presión constante sobre el rival. La superioridad del “Millonario” se notó desde el inicio, con remates de distancia que reventaban el arco de Libertad, aunque no lograban entrar.

Sin embargo, aunque el dominio del local era claro, los visitantes se abroquelaban con fiereza, impidiéndole a River desplegar su juego de forma clara, con lo que las aproximaciones del equipo rojiblanco fueron trabajadas y pacientes.

Libertad, lejos de quedarse atrás ante los embates de River, también supo meter miedo en el área de Franco Armani, aunque la presión no fue suficiente como para llegar a complicar del todo al arquero argentino.

La llave del partido quedó entonces en los pies del goleador millonario, y a los 41 minutos del primer tiempo, Milton Casco                 habilitó a Borja con un lindo centro, para que el colibrí domine la pelota y la mande a guardar con una volea exquisita, poniendo el 1 a 0 para el local.

A partir del gol de River, Libertad salió con más fiereza, y logró poner a Armani en contacto con la pelota al inicio del segundo tiempo, con una clara chance de gol que no pudo concretar. Luego, como en un reflejo de la parte inicial, River activó la maquinaria para ir desarmando paso a paso la defensa del equipo visitante.

Tras varios avisos, sería nuevamente el “Colibrí” el encargado de marcar el 2 a 0 y aliviar al club con una diferencia más amplia en el tanteador: Borja volvió a lucirse con un golazo, tras filtrarse con la pelota entre la defensa rival, enganchar hacia el área y definir al segundo palo con un remate inatajable.

Con dos de ventaja, River se quedó más tranquilo para terminar de cerrar un partido que había controlado desde el inicio, pero que por momentos se le había vuelto tortuoso. Finalmente, el merecido festejo fue doble para el Millonario, que se aseguró el pase a octavos de final y la clasificación al Mundial de Clubes.