Tras la aprobación de la Ley Bases, que recorta los derechos laborales, el gobernador bonaerense Axel Kicillof participó este miércoles de la masiva movilización por el Día del Trabajador convocada por la Confederación General del Trabajo (CGT) y, posteriormente, mantuvo un encuentro con la cúpula gremial.

Kicillof marchó junto con su ministro de Trabajo, Walter Correa -dirigente que proviene del sindicalismo-, y manifestó su preocupación por la coyuntura social y económica, así como también por la media sanción a la Ley Bases.

"Estamos ante una nueva embestida contra los derechos de las y los trabajadores, que busca llevarnos hacia un modelo de país primario, agroexportador y sin soberanía”, destacó el gobernador bonaerense.

Respecto a la media sanción de la ley Bases, el exministro de Economía evaluó que es "algo de mucha gravedad, por los métodos y, sobre todo, por el contenido". "No se trata de nada novedoso vinculado a la escuela austriaca, sino de una reforma laboral que apunta contra los salarios y los derechos”, lanzó.

Siguiendo esa senda, Axel Kicillof comentó que “el impacto ya se siente en la industria nacional y en las pymes bonaerenses: el éxito de las políticas del Gobierno nacional implica la derrota de los trabajadores, de los jubilados y de las grandes mayorías populares”.

“Siempre vamos a estar presentes, sin especulaciones, porque el destino de la provincia de Buenos Aires está atado al destino del movimiento obrero y la industria nacional”, concluyó el gobernador bonaerense.

Al cierre de la movilización, y minutos antes de la conferencia de prensa que marcó el fin de la jornada, Kicillof visitó el histórico edificio de la CGT, en la calle Azopardo, y se reunió con la cúpula gremial.

Aunque no trascendieron mayores detalles del encuentro, el secretario general de la central obrera, Héctor Daer, contó que el gobernador se acercó a saludar a los trabajadores y llevar el saludo de los bonaerenses.