Tras cuatro años de dilatarse el debate oral en el caso de la joven que fue asesinada por un albañil en Punta Lara, Ensenada y el cual atacó también a su amiga, quien sobrevivió, se llevó a cabo una nueva audiencia para delinear pautas de trabajo y finalmente poder condenar al imputado.
Se trata de Ariel Báez (26), quien golpeó brutalmente a María Emma Córdoba (26) y su amiga Ana Laura González (28) y las intentó prender fuego. Emma lamentablemente falleció, mientras que Ana sobrevivió y hoy se presenta como particular damnificada en la causa.
En las últimas horas se realizó una nueva audiencia telemática entre la víctima y sus abogados, la representante del Ministerio Público Fiscal, Silvina Langone, el Tribunal Oral en lo Criminal N° 5, a cargo de Ezequiel Medrano y Carmen Rosa Palacios Arias, y el abogado defensor oficial del albañil.
Según explicó el abogado de la familia de la víctima, Marcelo Peña, en diálogo con Buenos Aires Ahora, se resolvió que para dirimir la plataforma probatoria y poder hacer como una sintaxis de todo lo que se viene del punto de vista probatorio, es decir, las pruebas forenses y documental, testimonial, tratar de hacer lo más sintético posible, poder escindir y sacar pruebas que son superfluas, irrelevantes, para poder tener por fin la celebración del juicio oral.
La representación de particular damnificado había pedido la suspensión de esa petición, así también la fiscalía, justamente porque hay pruebas relevantes como son testimoniales de la policía o de médicos forenses que son determinantes para poder tenerlas en forma presencial y no de manera virtual.
Además, respecto a la posibilidad de celebrar el juicio virtual, las partes sostienen que sería complicada demostrar la percepción de cada testigo. Ese fue uno de los puntos por los cuales los particulares damnificados se opusieron, ya que la percepción no es la misma de forma audiovisual.
En síntesis, en esta última audiencia se empezaron a delinear pautas de trabajo para tener las próximas fechas la celebración del debate oral.
EL CASO
La noche del 8 de julio de 2017, Ana Laura González cenaba en la casa de su amiga María Emma Córdoba, cuando cerca de la medianoche "Anita", abrió la reja para hacer ingresar los perros de la dueña de casa, que se estaban mojando por un chaparrón y fue sorprendida por un hombre que, a punto de pistola, la obligó a meterse adentro.
Las siguientes dos horas fueron realmente dramáticas. El agresor Ariel Báez, forzó a las amigas a tocarse entre ellas, las orinó y las golpeó en reiteradas ocasiones con la punta de una pala.
Pero no contento con la brutalidad de su acto y su comportamiento despreciable y pensando en que estaban muertas, las roció con licor de melón e intentó prenderlas fuego, para luego irse tranquilamente con rumbo desconocido llevándose la llave de la vivienda.
Emma lamentablemente no pudo soportar el salvajismo del hombre, pero Ana se salvó de milagro y pudo salir a la calle y pedir ayuda.
El acta policial de esa trágica jornada afirma que "una joven semidesnuda con lesiones ostensibles gritaba ‘Auxilio, ayúdenme, que está ahí tirada muerta, la mató y nos violó a las dos".
Durante el allanamiento, se encontró una mochila de una de las víctimas, su tarjeta sube, su celular, el DNI de Emma, el carnet de la facultad y hasta sus maquillajes. Además, se secuestró ropa ensangrentada y un revólver calibre 38 plateado, que utilizó el día del ataque.
Lo particular es que cuando lo fueron a buscar, simulaba dormir junto a su mujer y su hija recién nacida.
Báez fue acusado de los delitos de violación de domicilio, privación Ilegal de la libertad agravada, abuso sexual gravemente ultrajante y con acceso carnal agravado por el empleo de arma, tentativa de homicidio y homicidio doblemente agravado con ensañamiento y mediando violencia de género, hurto, y tenencia de estupefacientes con fines de comercialización.
MÁS NOTICIAS