Boca no la pasó bien en su visita a Paraguay para medirse con Sportivo Trinidense, en el partido de vuelta de la Copa Sudamericana, y tuvo que sufrir con sangre, sudor y lágrimas para llevarse los tres puntos que le permiten seguir con chances de clasificarse a la siguiente ronda del torneo.
El “Xeneize” había ganado 1 a 0 al enfrentar al conjunto paraguayo de local, pero le había costado romper la defensa del visitante. Esta vez, con los roles invertidos, Boca una vez más dominio, pero se le hizo todavía más difícil doblegar al equipo local, que presentó un planteo defensivo pero lanzado al contragolpe.
Más allá de que el equipo argentino tenía la pelota y se perdió por poco las chances de marcar, Trinidense amenazaba con pelotazos largos y profundos que ponían en apuros a Sergio “Chiquito” Romero.
La primera polémica del partido tuvo lugar a los 21 minutos, cuando Lautaro Blanco desbordó por la izquierda, se metió en el área, enganchó para desparramar a Axel Cañete, y el defensor tocó la pelota con la mano durante la caída. Los defensores de Boca reclamaron penal, pero en una controvertida decisión, el VAR dictaminó que fue un toque involuntario.
Al final del primer tiempo, las amenazas de Trinidense sobre el arco de Boca tuvieron resultado, y tras un pase de larga distancia, Brian Andrada agarró a la defensa del Xeneize mal parada, se fue solo pese a la marca de dos hombres del visitante, y definió por encima de Romero para marcar el 1 a 1 a favor del local. Inmediatamente, se ganó una amarilla por sacarse la remera para festejar, lo que terminaría siendo un hecho determinante minutos más tarde.
Boca se fue al entretiempo de capa caída, pero en el inicio del complemente, el mismo Andrada que acaba de meter el gol cometió una falta en la mitad de la cancha sobre Ezequiel “Equi” Fernández y se ganó la segunda amarilla, dejando a Trinidense con 10 hombre a los 5 minutos del segundo tiempo.
Boca, revitalizado por la superioridad numérica, se le fue al humo al local, y con más actitud que buen juego, empezó a acorralar al equipo paraguayo contra su propia área. El “Xeneize” lograría igualar el trámite a los 24 minutos, luego de que Blanco sacara uno de sus ásperos centros -ya una marca registrada suya- y Jorge Figal conectara de cabeza para descolocar al arquero Wilson Quiñonez y poner el 1 a 1.
El conjunto de Diego Martínez fue al frente con ímpetu para romper la paridad, y poco después del primer gol, se encontró con otra chance que terminó en polémica. Lucas Langoni picó a correr una pelota dentro del área, el arquero fue al suelo, y el delantero xeneize se dejó caer. El árbitro pitó penal, pero una vez más, el VAR falló en contra de Boca y el juez corrigió su fallo, anulando la acción.
El sufrimiento del equipo visitante se alargó hasta pasados los 90 minutos reglamentarios, y aunque buscaba, no encontraba el gol de la victoria. Pero cuando todo parecía prácticamente liquidado, apareció “El Matador” para salvar una vez más al conjunto de La Rivera.
El árbitro marcó un tiro libre para Boca, y a los 92 minutos, aunque estaba lejos del área, Edison Cavani apuntó, tomó carrera, y sacó un zapatazo de larga distancia, colgando la pelota en el ángulo y sin dejarle chances al arquero de Trinidense.
Con el 2 a 1definitivo, Boca logró consolidarse como segundo del grupo y quedó a 2 puntos del líder, Fortaleza, contra quien se enfrentará de local el próximo miércoles, en busca de revancha por la goleada sufrida en Brasil.