Luego de lo que fue la presentación de Boca Juniors frente a Lanús, en lo que significó el regreso de los hinchas a La Bombonera, el Ministerio Público Fiscal y la Policía Judicial se acercaron a Brandsen 805 para recabar pruebas por el ingreso del público.

Con la supervisión del juez Javier Buján, pusieron el ojo en los molinetes, cámaras de seguridad y documentación, que permitan esclarecer si se superó el aforo máximo permitido en el encuentro.

Fueron 26.500 los lugares habilitados (el 50 por ciento de la capacidad total), pero quedaron dudas sobre la cantidad de público que dijo presente en La Boca, al comparar las populares cerca del máximo y las plateas con claros. Pese, a que Matías Lammes, ministro de Turismo y Deportes de la Nación, haya destacado el aforo en La Boca.

Es por eso que se abrió de oficio la investigación por "exceso de concurrencia y omisión de recaudos" pero del lado de la dirigencia “Xeneize”, sostienen que ni siquiera se llegó al tope permitido, estimando que se cubrió solo el 46 por ciento.

El allanamiento trajo consigo una clausura preventiva por cinco días, tal como sucedió con Nueva Chicago. A River Plate, en cambio, se lo intimó a presentar más pruebas en 48 horas.